Sustancias tóxicas

La espera de lo irracional.

Una pelea a mano abierta. Y con puños, también puños.

Me dice que es más fácil de lo que parece, pero ni siquiera a veces se lo cree. Dice que somos seres que controlamos mejor lo que nos rodea que nuestro propio cuerpo, ese,ese queda muy lejos de lo que la vista quiere alcanzar.

Las esperas siempre están ahí, incondicionales, frenéticas, reversibles, tóxicas.
A veces pueden ser mejor que el propio fin, otras veces ellas lo destruyen todo.
Los que más las odian, más las sufren. Los que menos las temen, más las matan.

Y tu, que sabes que no eso que esperas nunca llegará, ahí te veo, mirando hacia el balcón día y noche por si sucede algo. Pero no lo hará, no si no eres tú quien se mueve, quien trata de limpiar todo eso para mentir menos. Quien no llama a su puerta o tira su caja de las cosas.
Pero tras tirarla, o quemarla, la espera no acaba, solo se hace más aburrida y humeada.

Habrá que vivir para contarlo.

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