Por qué

Son esas cosas que uno no debería de querer hacer, pero que los más atrevidos las hacen, y entonces sienten ese pequeño placer que la sociedad parece no estar dispuesta a aceptar (no critico, para eso ya están los teclados y los cables, no las caras).
Son esas cosas que forman parte de la vida de cada uno, ciertos momentos del día a día que cobran una sorprendente importancia. Porque, ¿quién no tiene secretos? No se quien nos enseño a tenerlos, o a crearlos, o a mantenerlos, porque dicen que no es fácil, pero resulta más sencillo de lo que aparentamos.
A pesar de todo eso, seguimos aquí, quizá no como de pequeños habíamos soñado, quizá en una situación que provocamos, pero que terminamos escondiendo la piedra, y lavándonos las manos. Respecto a esto, otros fuimos más de llevar los pies sucios, por caminar mucho, o por rincones que no se podían (por difíciles, o prohibidos)

Y rectificaré de nuevo, ya que dicen que es de sabios.
Porque esas pequeñas o grandes cosas, son las que nos rompen un plan, las que nos suben a un avión, las que nos entregan a un papel, las que nos despiertan de un salto, las que nos hacen decidir, de una vez por todas( por todas otras que no nos decidimos, o que lo hicimos pensando demasiado)

Porque siempre he pensado que no me gustaría querer a pesar de, si no por ello.

1 comentario:

  1. Ya sabes querida voz en off, no siempre le puedes contar a la sociedad que te deslizas de rodillas por el pasillo entre un mar de agua y jabón... por ejemplo.

    ResponderEliminar